Bosques de Mantagua es un proyecto financiado por Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación que busca poner en valor el bosque esclerófilo costero de la región de Valparaíso. A través de un libro ilustrado infantil, eventos de cuentacuentos y paneles interactivos, la iniciativa busca educar y sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de este ecosistema único.
En el corazón de la región de Valparaíso nació un proyecto que busca conectar a las nuevas generaciones con el bosque esclerófilo a través de la magia de la literatura. Bosques de Mantagua, una iniciativa liderada por Eloísa Maldonado, se ha convertido en un espacio de educación ambiental que utiliza la literatura infantil, el cuentacuento y distintas actividades lúdicas para fomentar la conciencia ambiental en niños y niñas.
La historia de Bosques de Mantagua nació durante la pandemia, cuando Eloísa Maldonado, directora del proyecto, utilizaba las salidas al bosque junto a su hija como una vía de escape frente a la compleja situación que se vivía. “Le estábamos enseñando el mundo en el que le tocó vivir y cómo cuidarlo y respetarlo, al mismo tiempo que se nos abría una ventana a descubrir, a volver a ser niños, a mirar con ojos curiosos lo que nos rodeaba”, explicó Eloísa.
A partir de esa experiencia surgió la idea de desarrollar un libro que invitara a descubrir el bosque esclerófilo, a conocer sus especies de fauna y flora para cuidarlas, de la mano de la literatura infantil. De esta manera, nació el cuento “Las bellotas mágicas del bosque siempre verde”, escrito por Felipe Espinosa e ilustrado por Catherine Thomann.
Para su edición, impresión y distribución se logró la adjudicación del concurso Ciencia Pública 2021 para productos de difusión científica, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Así, se implementó el libro en escuelas y comunidades locales de Quintero, Concón y Puchuncaví.
En esa oportunidad se realizaron 24 actividades dirigidas a distintos públicos con una participación de más de 650 personas. Debido a la exitosa experiencia, se reiteró la postulación y adjudicación, esta vez de la convocatoria del año 2023, para imprimir nuevos ejemplares y ampliar la zona de impacto a las comunas de Valparaíso, Viña del Mar y Quilpué.
Además, se contó con el patrocinio del proyecto GEF Humedales Costeros, iniciativa que busca mejorar el estado ecológico y de conservación de ecosistemas costeros del Centro-Sur de Chile, incluyendo no solo los humedales, si no también sus cuencas adyacentes, integrándolas al desarrollo local a través de un manejo sustentable.
El libro
El cuento ilustrado infantil "Las bellotas mágicas del bosque siempre verde" fue escrito por el sociólogo y académico Felipe Espinosa, e ilustrado por la reconocida ilustradora chilena Catherine Thomann. El texto, a través de un relato cautivador, narra la aventura de una niña muy observadora que se perdió en el bosque esclerófilo de Mantagua, y sin darse cuenta esparció las semillas de un belloto sagrado. Mientras trata de volver a la casa de su abuela, la niña conoce a los más fascinantes habitantes del bosque y juntos se embarcan en una aventura mágica e inolvidable.
De esta manera, el cuento busca “poner en valor el bosque esclerófilo como un ecosistema que nos cobija a nosotros y también a todo tipo de especies, de los más grandes a los más pequeños como animales grandes y chicos, árboles, arbustos, musgos, flores, hongos y todo tipo de microorganismos”, afirmó Eloísa. A raíz de aquello, resalta la importancia de poner en valor y promover el reconocimiento para así facilitar el cuidado y la protección de los ecosistemas.
Con respecto a las características del texto, Eloísa señaló que escogieron un libro ilustrado dirigido al público infantil porque es su literatura favorita, por lo que “cuando uno hace lo que le gusta sale bien, le pone todo el cariño y el talento. Yo soy historiadora de profesión pero me he dedicado a la literatura infantil y al fomento lector, y en eso he visto grandes carencias en contenidos locales".
“Las bellotas mágicas del bosque siempre verde” se diferencia de otros libros en que no es un texto informativo como tal, y si bien tiene un propósito educativo ese objetivo no se pone por sobre el disfrute de la lectura ni por el valor literario de la historia.
Experiencia sensorial
Para complementar la difusión del libro se contó con la experticia de Ziento un Cuento, una compañía de cuentacuentos y fomento lector lúdico, quienes adaptaron la historia de "Las bellotas mágicas del bosque siempre verde" a un cuentacuento que transporta a las y los niños al corazón del bosque esclerófilo a través de la magia del relato multisensorial.
Al respecto, Eloísa afirmó que “quisimos complementar el libro con eventos que incluyen cuentacuentos y paneles interactivos donde se destaquen los sentidos y la experimentación para provocar una experiencia memorable entre los participantes. Así, se refuerzan los contenidos y el mensaje que nos interesa transmitir, como el cuidado del agua y la protección de zonas silvestres, desde una actitud lúdica y emotiva”.
"El cuento permite incorporar la ciencia, que muchas veces puede sentirse lejana, a acciones o situaciones del cotidiano. Cuando estamos poniendo nuestra atención plena en una historia que nos cuentan con cariño, todo lo que en ella sucede tiene posibilidades de ser significativo para quien escucha, de esa forma podemos narrar un día cualquiera en la vida de una niña común y corriente y, de paso, ayudar a conocer sobre flora y fauna nativa sin que quienes escuchan sientan que están en una clase", explicó Ziento un Cuento, compañía con más de 10 años de trayectoria.
Asimismo, añadieron que “el cuentacuentos es un detonante de posibilidades para la exploración personal del libro, es una pequeña muestra de cosas que se pueden hacer con la historia. Luego, en casa, cada quien explora y descubre infinitas formas más y posiblemente, mejores. Es una invitación a interpretar, desarmar, volver a armar. A crear”.
Para la compañía, lo más desafiante de la adaptación fue mantener el carácter informativo del relato y la intención de los autores de enseñar sobre flora y fauna nativa y concientizar sobre los problemas de contaminación y escasez de agua en la zona, evitando tonos alarmistas.
Un proyecto colaborativo
Bosques de Mantagua se ha caracterizado por vincularse con proyectos, escuelas, instituciones culturales y comunidades locales. La colaboración ha sido un pilar fundamental para distribuir efectivamente el libro en escuelas de la región, y para llevar a cabo actividades que han reunido a niños y adultos en torno a la magia del bosque esclerófilo.
“La recepción ha sido muy buena de parte de las distintas instituciones, ya que se comparte la necesidad por material de estas características. Ziento un cuento de inmediato se sumó al proyecto adaptando la historia y haciendo propio el relato para compartirlo en esta oportunidad con el público. Lo mismo que Creativa Taller, quienes supieron interpretar la idea para diseñar paneles interactivos que tuvieran vínculo con el libro y que sirvieran para seguir jugando y aprendiendo del bosque nativo”, explicó Eloísa.
"Ninguna institución a la que me he acercado me ha negado el apoyo. Ya sea colegios, autoridades, juntas de vecinos, concejales, museos, bibliotecas, etc. todos han estado dispuestos a participar porque también reconocen la necesidad de conversar del cuidado del medioambiente y valoran la forma en que se aborda, ya que no es desde una mirada catastrofista, ni anti desarrollo, sino que busca la conciliación entre las personas y la vida silvestre", concluyó Eloísa.
Desde Ziento un Cuento, compañía que se sumó al proyecto apenas comenzó y desde entonces ha sido parte fundamental, indicaron que “siempre nos ha gustado mucho colaborar con proyectos que están en la línea de lo que para nosotras es imprescindible: el trabajo respetuoso con las infancias, la valoración del cuento como herramienta que abre mundos de conversación y las temáticas tanto urgentes como importantes, Bosques de Mantagua tiene todo eso y por eso nos ha gustado mucho”.
Reflexiones
Bosques de Mantagua es un proyecto que inspira y transforma. A través de la educación ambiental lúdica, la iniciativa busca crear conciencia sobre la importancia de cuidar el bosque esclerófilo y fomentar un compromiso con su protección en las nuevas generaciones.
"Las y los niños están dispuestos a jugar, son espontáneos, transparentes y empatizan mucho con las diferentes situaciones que propone el relato. Son muy empáticos con la historia y eso es lindo, porque los cuentos, aunque sean mágicos y sobre mundos fantásticos, siempre nos preparan para la vida real. Con las personas adultas pasa algo similar. Quienes disfrutan de los cuentos dejan que su niño interior aflore durante toda la función”. afirmaron desde Ziento un Cuento.
Finalmente, Eloísa señaló que “luego de la primera etapa del proyecto me quedé con que hicimos un buen producto, el contenido del libro fue muy valorado tanto por los niños y niñas como por sus padres y profesores. A los chicos les gustó la historia, la seguían muy atentos, se identificaron con los personajes. Los adultos por su parte, valoraron los contenidos locales, y nuestra propuesta para instalar estos temas”.
En la actualidad, Bosques de Mantagua se encuentra implementando el libro en distintas instituciones como bibliotecas públicas y escolares, además de organizar próximos eventos en Valparaíso (22 de junio), Quintero (4 de julio) y Quilpué, que incluyen cuentacuento, paneles interactivos y la entrega de “Las bellotas mágicas del bosque siempre verde”. Cabe resaltar que estas actividades buscan incorporar en su ejecución a niñas y niños en situación de vulnerabilidad.
Por: Bruno Fattori Lara (Periodista, Universidad de Chile).
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