El cuento ilustrado infantil “Las bellotas mágicas del bosque siempre verde”, nacido del proyecto Bosques de Mantagua, financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, se destaca no solo por su contenido educativo y científico, sino también por su valor literario y artístico.
El libro, escrito por Felipe Espinosa e ilustrado por Catherine Thomann, transporta a la audiencia al corazón del bosque esclerófilo de la costa de la región de Valparaíso, lugar donde transcurre la historia de María, una niña muy observadora que se perdió en el bosque esclerófilo de Mantagua, y sin darse cuenta esparció las semillas de un belloto sagrado. Mientras trata de volver a la casa de su abuela, la niña conoce a los más fascinantes habitantes del bosque y juntos se embarcan en una aventura mágica e inolvidable.
Para dicho propósito, el escritor presentó de manera simple y cercana las variadas especies de flora y fauna del bosque esclerófilo costero. Además, al hacerlo de una en una y describirlas de forma amena y divertida, promovió que todo lector pueda aprender sobre la biodiversidad del sector al mismo tiempo que se entretiene haciéndolo.
Al respecto, la periodista y experta en literatura, Feliza Marro, subrayó la importancia de presentar la flora y fauna nativa de una región específica. "Es un esfuerzo maravilloso y a conciencia, hecho justamente para darle justicia al lugar", comentó. Asimismo, señaló que la literatura infantil tiene un rol especial en abordar temáticas complejas de una manera accesible y atractiva, y este cuento lo consigue al mezclar elementos científicos con una narrativa cautivadora.
Marro también destacó que el libro es "atrayente, divertido y bien construido, por lo que logra educar sobre el medio ambiente sin sacrificar el disfrute de la lectura, lo que lo convierte en un valioso recurso tanto para niños como para adultos”. Una característica que contribuyó al éxito del escrito fue darle voz a los animales autóctonos, ya que los hace familiares y cercanos para las y los lectores, otorgándoles su merecida importancia y demostrando que existe una sabiduría en ellos que en ocasiones se deja de lado por la intensidad del día a día.
Finalmente, Marro explicó que el cuento reúne todas las características que debe contener un texto para ser atrayente en términos literarios y prolijo en términos científicos, ya que
“está bien investigado y cuenta con fuentes oficiales, al mismo tiempo que la historia está bien construida, con personajes que tienen un lenguaje afable y son entretenidos. Si bien mezclar ambos elementos es un desafío, cuando el texto está terminado se siente una satisfacción enorme, más todavía sabiendo que el libro llegó a tanta gente y tocó tantos corazones”.
El arte de “Las bellotas mágicas del bosque siempre verde”
Por su parte, la ilustradora Catherine Thomann, con una vasta experiencia en ilustración de libros infantiles y proyectos relacionados con la naturaleza, aportó una dimensión visual fundamental al cuento.
De padre biólogo y familia amante de la naturaleza, Thomann se unió al proyecto, por una parte, debido a la falta de material de divulgación científica accesible para los niños sobre esta región, y por otra parte, por su interés innato hacia temáticas ambientales.
Thomann describió su proceso creativo como un equilibrio entre la precisión científica y la atracción visual. "El proceso creativo tuvo sus altos y bajos porque tuvimos que dar con una fórmula que no fuera ni tan científica, ni tan básica", explicó. En ese sentido, la colaboración con biólogos y expertos en flora y fauna locales fue clave para crear ilustraciones que capturan la esencia del entorno natural de Mantagua de manera fiel y atractiva.
Sobre la necesidad de promover el cuidado del medio ambiente en niñas y niños a través de la literatura y el arte, la ilustradora afirmó que “siempre hay que generar sensibilidad hacia la naturaleza en lo posible desde la primera infancia. A esa edad se puede educar, sensibilizar a los pequeños con respecto a su entorno. Por lo mismo mostrarlo a través de dibujos ayuda a generar esa conciencia desde temprano, lo que genera también un impacto a futuro”.
La ilustradora también resaltó la importancia de pequeños detalles en sus dibujos que enriquecen la experiencia de la lectura. "Pequeños personajes escondidos o guiños al lector, como una lagartija detrás de una hoja, son elementos que fascinan a los niños y los invitan a explorar más a fondo cada página", añadió Thomann.
Para mantener el límite entre realismo y fantasía, Thomann utilizó herramientas digitales para crear ilustraciones detalladas y expresivas que respetan las características únicas de los animales y plantas del bosque esclerófilo. Según Thomann, la precisión de la ilustración artística y científica “se logra manteniendo algunos aspectos característicos de cada animal, como la forma o los colores. A veces son algunos pequeños rasgos específicos de las orejas, de la nariz, de la cola o de las patitas de cada animal. Si uno mantiene esos rasgos básicos, resulta más fácil identificar cada especie”.
Además, Thomann destacó que los gestos de cada animal son vitales a la hora de captar la atención de las y los lectores. "Los rasgos faciales y la expresión de los ojos son componentes clave para dar vida y simpatía a cada personaje", agregó.
Impacto del cuento ilustrado en las comunidades
Las bellotas mágicas del bosque siempre verde no solo es un cuento, sino que también una herramienta educativa y de sensibilización ambiental. A través de su narrativa y sus ilustraciones, el libro conecta a las y los niños con la naturaleza y fomenta un compromiso con su protección desde una temprana edad.
Este proyecto, como señaló Eloísa Maldonado, directora de Bosques de Mantagua, busca crear conciencia ambiental de manera lúdica y emotiva, logrando un impacto significativo en las comunidades locales. La colaboración entre escritor, ilustradora, especialistas, gestores y educadores resultó en un producto literario y artístico que inspira y educa, asegurando que el mensaje de cuidado y conservación del bosque llegue a nuevas generaciones de manera memorable y efectiva.
Por: Bruno Fattori Lara (Periodista, Universidad de Chile).
Comments